3-El PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO.
ACTIVIDAD DE CLASE Juan Carlos Yeanplong en Saldaña y Yeanplong - Filosofía Programática
RESPONDE
✓ ¿En qué consiste el problema de la posibilidad del conocimiento?
✓ ¿Cómo se plantea el problema del origen del conocimiento?
✓ Explica el problema del objeto del conocimiento
✓ ¿Cómo queda caracterizado el problema de la verdad?
✓ ¿Cuál es el problema de los límites del conocimiento?
PIENSA Y ESCRIBE
✓ Formula preguntas relacionadas al conocimiento, imagina que este es un objeto totalmente desconocido ante el que te encuentras en un momento dado.
✓ Clasifica las preguntas según los problemas anteriormente presentados por el autor.
ELABORA
✓ Un esquema o mapa conceptual representando los diferentes problemas, sus relaciones y las preguntas que los han originado.
"El primer problema que presenta el conocimiento, es la interrogante de si es posible conocer, pero este planteo encierra una pseudo interrogante, pues para cuestionarse sobre la posibilidad del conocimiento hay que realizar la actividad cognoscitiva. Lo cual conforma un círculo dialelo -vicioso-…
Otro problema que si es capital en la historia del conocimiento es el debate por el origen del conocimiento, y este consiste en la interrogante: ¿cómo conocemos?, ¿cuál es la vía de acceso que tiene el sujeto para saber del objeto?, ¿es la experiencia de los sentidos, o es la actividad de la razón o del entendimiento?,…
Un segundo problema real, consiste en preguntarse por el objeto del conocimiento, ¿qué es lo que realmente conocemos? , ¿La cosa o una imagen o idea de ella?, lo cual conduce a interrogantes tales como: si lo que conocemos es la imagen, ¿existen cosas más allá de ellas?, y de existir, ¿qué relación guardan con estas?
Este es el problema del mundo exterior. Las soluciones propuestas se agrupan en realismo e idealismo.
Sin duda este problema incide sobre la cuestión más importante de la teoría del conocimiento, el problema de la verdad.
Este es el tercer problema, ¿la verdad puede plantearse universalmente o relativamente?
El último problema es el de los límites del conocimiento, este se refiere a los objetos del conocimiento, es decir, ¿podremos conocer todos los objetos que existen o hay algunos que son vedados al conocimiento humano?
De esta situación surge la discusión sobre la posibilidad del conocimiento metafísico…”
Juan Carlos Yeanplong en Saldaña y Yeanplong - Filosofía Programática
4-El PROBLEMA DE LA POSIBILIDAD CONOCIMIENTO
El dogmatismo
Entendemos por dogmatismo (de dogma = doctrina fijada) aquella posición epistemológica para la cual no existe todavía el problema del conocimiento. El dogmatismo da por supuesta la posibilidad y la realidad del contacto entre el sujeto y el objeto. Es para él comprensible de suyo que el sujeto, la conciencia cognoscente, aprehende su objeto.
Esta posición se sustenta en una confianza en la razón humana, todavía no debilitada por ninguna duda. Este hecho de que el conocimiento no sea todavía un problema para el dogmatismo, descansa en una noción deficiente de la esencia del conocimiento. El contacto entre el sujeto y el objeto no puede parecer problemático a quien no ve que el conocimiento representa una relación. Y esto es lo que sucede al dogmático. No ve que el conocimiento es por esencia una relación entre un sujeto y un objeto.
Cree, por el contrario, que los objetos del conocimiento nos son dados, absolutamente y no meramente, por obra de la función intermediaria del conocimiento. El dogmático no ve esta función. Y esto pasa, no sólo en el terreno de la percepción, sino también en el del pensamiento. Según la concepción del dogmatismo, los objetos de la percepción y los objetos del pensamiento nos son dados de la misma manera: directamente en su corporeidad. (...) Como actitud del hombre ingenuo, el dogmatismo es la posición primera y más antigua, tanto psicológica como históricamente.
El escepticismo
Según el escepticismo, el sujeto no puede aprehender el objeto. El conocimiento, en el sentido de una aprehensión real del objeto, es imposible según él. Por eso no debemos pronunciar ningún juicio, sino abstenernos totalmente de juzgar. Mientras el dogmatismo desconoce en cierto modo el sujeto, el escepticismo no ve el objeto. Su vista se fija tan exclusivamente en el sujeto, en la función del conocimiento, que ignora por completo la significación del objeto. Su atención se dirige íntegramente a los factores subjetivos del conocimiento humano. Observa cómo todo conocimiento está influido por la índole del sujeto y de sus órganos de conocimiento, así como por circunstancias exteriores (medio, círculo cultural). De este modo escapa a su vista
Filosofía Quinto año
el objeto, que es, sin embargo, tan necesario para que tenga lugar el conocimiento, puesto que éste representa una relación entre un sujeto y un objeto.
El escepticismo se encuentra, ante todo, en la Antigüedad. Su fundador es Pirrón de Elis (360-270). Según él, no se llega a un contacto del sujeto y el objeto. A la conciencia cognoscente le es imposible aprehender su objeto. No hay conocimiento. De dos juicios contradictorios el uno es, por ende, tan exactamente verdadero como el otro. Esto significa una negación de las leyes lógicas del pensamiento, en especial del principio de contradicción. Como no hay conocimiento ni juicio verdadero. Pirrón recomienda la abstención de todo juicio.
El subjetivismo y el relativismo
El escepticismo enseña que no hay ninguna verdad. El subjetivismo y el relativismo no van tan lejos.
Según éstos, hay una verdad; pero esta verdad tiene una validez limitada. No hay ninguna verdad universalmente válida. El subjetivismo, como ya indica su nombre, limita la validez de la verdad al sujeto que conoce y juzga. Éste puede ser tanto el sujeto individual o el individuo humano, como el sujeto general o el género humano.”
ACTIVIDAD DE CLASE
1 - REALIZA UN CUADRO COMPARATIVO CON LAS PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL DOGMATISMO, ESCEPTICISMO Y RELATIVISMO
5-El PROBLEMA DEL ORIGEN DEL CONOCIMIENTO.
Hessen, Johannes, "Teoría del conocimiento"
PIENSA Y RESPONDE
¿Qué posición te parece más correcta? ¿Por qué?
¿Es posible una posición intermedia? ¿Cuál?
Identifica situaciones cotidianas en las que hayas tenido que preguntarte de dónde vienen tus conocimientos.
Presenta tus ideas ordenadas y registradas en el cuaderno de clase
.......................................................................................................................................
¿Cuál es la fuente del conocimiento: la razón o la experiencia? Las respuestas dadas a esta cuestión dieron origen a las siguientes doctrinas: el racionalismo, el empirismo, el intelectualismo y el apriorismo.
Racionalismo: Esta doctrina encuentra en la razón, la fuente del conocimiento. EL conocimiento sólo es tal en cuanto sea "lógicamente necesario y universalmente válido". Se fundamenta en que los juicios que proceden de la razón y de los procesos intelectivos, poseen necesidad, lógica y validez. Según los racionalistas las percepciones sensoriales, no pueden conducir de manera alguna a la verdad; los sentidos pueden engañarnos y por lo tanto no son confiables ya que no producen un verdadero saber. Platón, Plotino, San Agustín de Hipona, Descartes y Leibniz son exponentes de esta corriente de pensamiento.
Empirismo: Según el empirismo, todo conocimiento humano proviene de la experiencia; la razón se fundamenta en los datos y percepciones sensoriales. El sujeto no extrae el conocimiento de la razón sino de la experiencia. El racionalismo parte de una idea, el empirismo del hecho concreto. La razón, el espíritu humano está vacío, se nutre de las percepciones; el empirismo justifica en la evolución del pensamiento y del conocimiento humano su postura frente al conocimiento: desde su nacimiento, el ser humano comienza a percibir sensorialmente los objetos y poco a poco, con base en las percepciones, conforma representaciones mentales generales y conceptos. John Locke, David Hume, John Stuart Mill pertenecen a esta doctrina filosófica.
ANÁLISIS DE TEXTOS FUENTES SOBRE LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO
SEXTO EMPIRICO “HIPOTIPOSIS PIRRÓNICAS” (Siglo II d.C.)
Libro 1 – Extractos DE LOS NOMBRES DEL ESCEPTICISMO:
“La Filosofía escéptica se llama inquisitiva por emplear su actividad en inquirir y examinar; abstentiva por la actitud que resulta de la investigación en el que examina; dubitativa, ya que todo lo pone en duda y lo investiga, como algunos dicen, ya por no saber a qué atenerse respecto de la aprobación o la negación; y pirrónica, por parecernos que Pirrón se entregó de un modo más real y manifiesto que sus predecesores a la consideración escéptica”
DE LOS PRINCIPIOS DE LA FILOSOFÍA ESCÉPTICA:
“El principio causal de la filosofía escéptica decimos que es la esperanza de alcanzar la imperturbabilidad, pues los hombres de naturaleza noble, turbados por la anomalía que hay en las cosas, y no sabiendo a cuáles de ellas se debe asentir preferentemente, vienen a investigar qué es verdadero en las cosas, y qué falso, con la intención de alcanzar la imperturbabilidad por este discernimiento. Pero el principio constitutivo de la filosofía escéptica es, ante todo, el hecho de que a toda razón se opone otra razón equivalente; esto es un efecto, lo que a nuestro parecer, nos lleva a no dogmatizar…”
FRAGMENTOS DE PROTÁGORAS
“Yo digo que el Hombre es la medida de lo que es y de lo que no es; y que hay una inmensa diferencia entre un individuo y otro, precisamente porque uno son y parecen ciertas cosas, para el otro otras […]”
Protágoras
2 - Analiza los textos propuestos.
3 - Elabora un diálogo con personajes escépticos, dogmáticos y relativistas.
Ensayo sobre el entendimiento humano John Locke (1632 - 1704) Libro II. Capítulo 1. De las ideas en general, y de su origen
§ 1. 'Idea' es el objeto del pensamiento. Siendo cada ser humano consciente por sí mismo de que piensa, y siendo aquello a lo que se aplica su mente mientras piensa ideas que están ahí, es incuestionable que los seres humanos tienen en sus mentes varias ideas, tales como las que expresan las palabras "blancura", "dureza", "dulzura", "pensamiento", "movimiento", "ser humano", "elefante", "ejército", "ebriedad", y otras. Lo primero que cabe preguntarse entonces será ¿cómo llega a ellas? Sé que se acepta la idea de que los seres humanos llevan impresas en sus mentes nada más nacer ideas innatas y caracteres propios. Ya he examinado en profundidad esta opinión, y supongo que lo que he dicho en el Libro anterior podrá admitirse con mucha más facilidad cuando haya demostrado de dónde saca el entendimiento todas las ideas que tiene, y de qué maneras y en qué grados le llegan a la mente, para lo que apelaré a la capacidad de observación y a la experiencia de cada ser humano.
§ 2. Todas las ideas vienen de la sensación o de la reflexión. Supongamos entonces que la mente sea, como decimos, un papel en blanco, desprovisto de caracteres, sin ideas: ¿cómo llega a equiparse? ¿Cómo accede a ese almacén inmenso que pinta la imaginación de un ser humano (tan atareada siempre y tan sin límites) y que muestra una variedad casi inagotable? ¿Dónde consigue todos los materiales de la razón y el conocimiento? A esta pregunta contesto con una palabra, de la EXPERIENCIA. En ella se funda todo nuestro conocimiento, y de ella procede nuestro conocimiento en última instancia. Es nuestra observación, ya sea empleada en los objetos sensibles externos o bien en las operaciones internas percibidas y meditadas por nosotros, la que proporciona a nuestro entendimiento todos los materiales que empleamos al pensar.
He aquí las dos fuentes del conocimiento, de donde brotan todas las ideas que tenemos, o que podemos llegar a tener, de manera natural.
§ 3. Los objetos de la sensación, una de las fuentes de las ideas. En primer lugar, nuestros sentidos, al entrar en contacto con objetos sensibles particulares, generan en la mente varias percepciones distintas de las cosas, que varían según los diferentes modos en que esos objetos las afectan. Así llegamos a las ideas que tenemos de amarillo, blanco, calor, frío, blando, duro, amargo, dulce, y a todas las que llamamos cualidades sensibles, y cuando digo que los sentidos las generan en la mente, quiero decir que éstos, a partir de objetos externos, generan en la mente lo que producen en ella dichas percepciones. A esta gran fuente de casi todas las ideas que tenemos, que depende completamente de los sentidos, y que deriva de éstos al entendimiento, la llamo SENSACIÓN.
§ 4. Las operaciones de nuestra mente, la otra fuente de las ideas. En segundo lugar, la otra fuente empleada por la experiencia para equipar el entendimiento con ideas es la percepción en nuestro propio interior de las operaciones de nuestra mente cuando ésta se ocupa de las ideas que contiene; operaciones que, cuando el alma las medita y considera, equipan el entendimiento con otro conjunto de ideas que no podrían obtenerse directamente de las cosas. Tales operaciones son la percepción, el pensamiento, la duda, la creencia, el razonamiento, el conocimiento, la volición, y todas las diferentes actuaciones de nuestras mentes; siendo consciente de éstas, y observándolas en nuestro interior, las recibimos en nuestro entendimiento como ideas distintas, como recibimos los cuerpos que afectan nuestros sentidos. Esta fuente de ideas está en el interior de cada ser humano; y aunque no es sensación, pues nada tiene que ver con los objetos externos, aun así se le parece, por lo que podríamos llamarla sensación interna. Pero como a lo otro lo llamo SENSACIÓN, llamaré a esto REFLEXIÓN, siendo las ideas que ésta se permite tener sólo las que la mente logra mediante la reflexión sobre sus propias operaciones internas. De aquí en adelante, se entenderá que "reflexión" es, por tanto, ese darse cuenta de sus propias operaciones que realiza la mente con la razón, y las maneras en que las realiza, razón por la que llega a haber ideas de estas operaciones en el entendimiento. Estas dos, a saber, las cosas materiales externas, en tanto que objetos de la SENSACIÓN, y las operaciones internas de nuestras propias mentes, en tanto que objetos de la REFLEXIÓN, son para mí las únicas fuentes de todas nuestras ideas. Uso aquí el término 'operaciones' en un sentido amplio, que incluye no sólo las actuaciones de la mente respecto a sus ideas, sino también lo que podrían llamarse las pasiones que surgen a veces de ellas, como la satisfacción o el malestar que surge de cualquier pensamiento.
DESCARTES
René Descartes (1596-1650), Meditaciones metafísicas - Editorial Alfaguara, Madrid
Así pues, supondré que hay, no un verdadero Dios -que es fuente suprema de verdad-, sino cierto genio maligno, no menos artero y engañador que poderoso, el cual ha usado de toda su industria para engañarme. Pensaré que el cielo, el aire, la tierra, los colores, las figuras, los sonidos y las demás cosas exteriores no son sino ilusiones y ensueños, de los que él se sirve para atrapar mi credulidad. Me consideraré a mi mismo como sin manos, sin ojos, sin carne, sin sangre, sin sentido alguno, y creyendo falsamente que tengo todo eso. Permaneceré obstinadamente fijo en ese pensamiento, y si, por dicho medio, no me es posible llegar al conocimiento de alguna verdad, al menos está en mi mano suspender el juicio. Por ello, tendré sumo cuidado en no dar crédito a ninguna falsedad, y dispondré tan bien mi espíritu contra las malas artes de ese gran engañador que, por muy poderoso y astuto que sea, nunca podrá imponerme nada.
(Meditación primera)
¿Qué soy, entonces? Una cosa que piensa. Y ¿qué es una cosa que piensa? Es una cosa que duda, que entiende, que afirma, que niega, que quiere, que no quiere, que imagina también, y que siente. Sin duda no es poco, si todo eso pertenece a mi naturaleza. ¿Y por qué no habría de pertenecerle? ¿Acaso no soy yo el mismo que duda casi de todo, que entiende, sin embargo, ciertas cosas, que afirma ser ésas solas las verdaderas, que niega todas las demás, que quiere conocer otras, que no quiere ser engañado, que imagina muchas cosas -aun contra su voluntad- y que siente también otras muchas, por mediación de los órganos de su cuerpo? ¿Hay algo de esto que no sea tan verdadero como es cierto que soy, que existo, aun en el caso de que estuviera siempre dormido, y de que quien me ha dado el ser empleara todas sus fuerzas en burlarme? ¿Hay alguno de esos atributos que pueda distinguirse de mi pensamiento, o que pueda estimarse separado de mí mismo?
(Meditación segunda)
“Sé con certeza que soy una cosa que piensa; pero ¿no sé también lo que se requiere para estar cierto de algo? En ese mi primer conocimiento, no hay nada más que una percepción clara y distinta de lo que conozco, la cual no bastaría a asegurarme de su verdad si fuese posible que una cosa concebida tan clara y distintamente resultase falsa. Y por ello me parece poder establecer desde ahora, como regla general, que son verdaderas todas las cosas que concebimos muy clara y distintamente.
Sin embargo, he admitido antes de ahora, como cosas muy ciertas y manifiestas, muchas que más tarde he reconocido ser dudosas e inciertas. ¿Cuáles eran? La tierra, el cielo, los astros y todas las demás cosas que percibía por medio de los sentidos. Ahora bien: ¿qué es lo que concebía en ellas como claro y distinto? Nada más, en verdad, sino que las ideas o pensamientos de esas cosas se presentaban a mi espíritu. Y aun ahora no niego que esas ideas estén en mí. Pero había, además, otra cosa que yo afirmaba, y que pensaba percibir muy claramente por la costumbre que tenía de creerla, a saber: que había fuera de mí ciertas cosas, de las que procedían esas ideas, y a las que éstas se asemejaban por completo. Y en eso me engañaba; o al menos si es que mi juicio era verdadero, no lo era en virtud de un conocimiento que yo tuviera.”
(Meditación tercera)